Mi experiencia en el programa fue maravillosa. Trabajé con el huevito de cuarzo rosa mi energía femenina desde un lugar muy amoroso y consciente.
Fue un proceso hermoso, donde aprendí a escucharme, dejarme aparecer y permitirme estar más conectada conmigo misma y con mi cuerpo. Muchas veces me sentí atraída por el huevito; a veces se me olvidaba, pero curiosamente siempre volvía a buscarme y llamarme.
Creo profundamente en lo potente que es trabajar nuestra energía sexual, y el huevito nos ayuda a fortalecer ese vínculo con nosotras mismas. Las animo a atreverse y a indagar más, dejando atrás creencias limitantes que pueden estar bloqueando este camino.
De verdad trae beneficios emocionales y físicos, y vale la pena vivir esta experiencia de autoconocimiento.